Los menores eran privados y encadenados al grado de que algunos no pueden caminar porque estuvieron encadenados por varios años.
Al rededor de 300 menores de edad fueron rescatados en Lagos, Nigeria, los niños estaban recluidos en una escuela en la que eran golpeados, privados de alimentos y encadenados.

Los pequeños estaban en una escuela para estudiar Corán para «remodelar su carácter» debido a que sufrían algún tipo de adicción.
Un hombre de la tercera edad fungía como director del sitio, sin embargo, por su edad ya no tenía control sobre el lugar.
La Policía Estatal de Katsina informó que los menores rescatados fueron enviados al hospital debido a que por el tiempo que estuvieron encadenados muchos de ellos perdieron la movilidad en los pies.